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Mirna
Reichel
GOTITAS DE CRISTAL
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Lector: Como todo negocio cuando empieza se trabaja
casi a marchas forzadas. Pero cuando se trabaja en familia el
peso de la carga se hace mucho mas fácil. La
edición pasada al hacer conteo de los estantes que hemos mandado
a hacer y que inclusos se deben algunos entre estantes de metal y de
manera nos hemos dado cuenta que se han “extraviado” más de 50;
aunque la expresión apropiada es que las han estado robando.
¡Que lamentable que pasen están cosas! Como es
posible que alguien actué de manera tan gangsteril o es
que quieren que el Sol solo los caliente a ellos. Y me refiero a
quienes estén haciendo esto, y la factura nos llegará al
fin, pues las racas solo son eso, estantes, fabricados para sostener
unas hojas de papel, señores, y si esto los hace sentirse
enormes, nada mas recuerden cuando empezaron. No me voy a referir
en particular a nadie, a quien le quede el saco que se lo ponga, aunque
quien lo esta haciendo sabe perfectamente a quien me refiero,
pero no vamos a caer en esos juegos tan...
Cambiando de tema -Si usted ve el directorio
de nuestra revista, podrá ver que abundan los Reichel
Márquez quiero compartir con ustedes la enorme alegría
que sentimos mi esposo Leonardo y una servidora de ver el nombre de
nuestros tres Grandes Orgullos al lado nuestro. No crea lector,
que solo están por estar, están desarrollándose en
lo que siempre han vivido y que ahora tienen la oportunidad de hacerlo
sin que exista alguien a quien no le parezca; al contrario, seguiremos
enseñándoles, basándonos en nuestra experiencia,
que hermoso es cuando los vemos desempeñándose cada uno
en su papel. A partir de esta edición nuestros hijos han
ascendido de puesto y créame lector se lo han ganado a pulso,
están luchando juntos con nosotros, confían en nuestra
experiencia. Y eso lector no tiene precio no puedo creer cuando
se sientan a dirigir alguna reunión y se expresan con
tanto atino, sentimos que la vida nos da mucho más de lo que
merecemos.
Lector, gracias por confiar en nosotros y no
quisiera terminar esta columna sin antes decirles que los hijos no solo
son una parte de nuestra vida, “son nuestra vida”.
Apóyenlos, oriéntelos, no permitan que caigan en el fango
y sobre todo confíen en ellos. Que ellos se den cuenta que
son importantes. Pues nosotros estamos de paso como lo
están ellos, pero dejémosle un camino más
fácil. Bye Cuídense y hasta la próxima!
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